lunes, 2 de septiembre de 2013

PAROLÍN, UN GRAN ACIERTO DEL PAPA FRANCISCO


La actividad del Papa Francisco, gracias a Dios no cesa, como lo muestra su tenacidad, laboriosidad, prudencia, humildad y caridad al frente de la Iglesia Católica, muestra de ello es su última decisión de nombrar como Secretario de Estado del Vaticano al arzobispo italiano Pietro Parolín, actual Nuncio en Venezuela.
De esta manera el Papa Francisco da un paso más en su anhelada reforma eclesial, poniendo en tan distinguido como estratégico puesto a un prelado sabio, prudente y diplomático con el que defenestra definitivamente al cardenal Bertone, que fue uno de los grandes errores de Benedicto XVI, pues lo designó de su confianza para ayudarle a regir la Curia vaticana y pronto salió en las quinielas de la sospecha al ser salpicado por el caso Vatileaks, lo que al parecer llegó a calificarlo de traidor por la indiscreta asesora papal Chaouqui en sus escritos de internet, posteriormente retirados.
Ciertamente la posición de Tarsicio Bertone en la Curia vaticana era insostenible, pues estuviera o no en los contubernios vaticanos que dieron al traste con el pontificado de Benedicto XVI, realmente se dieron y no fue capaz de gestionarlos eficazmente y evitarle al Papa que lo había nombrado tan grandes quebraderos de cabeza como los del caso Vatileaks, como tampoco rigió bien el gobierno curial que se fragmentó en banderías y guerras de clanes mundanos, según las crónicas que se han dado a conocer, y que determinaron que el anciano Ratzinger con suma honradez asumiera que él no era capaz de poner orden y respeto en el mismo centro de la cristiandad.
Por tanto, Bertone para el Papa Francisco era un “fardo pesado” del que tenía que prescindir, para ocupar ese estratégico puesto para la anhelada reforma vaticana con persona más adecuada a tal fin, que no hubiera generado tantas resistencias como las generó el salesiano Bertone, quien por cierto, parece no le puso nada fácil al Papa su relevo ya que manifestó que no se quería marchar. ¡Y es que para algunos clérigos la obediencia parece que no está hecha para ellos, aunque bien saben ordenarla para los demás..!.
Sin embargo la valentía y decisión de Bergoglio no se amilanó ante un Bertone resistente, y ha prescindido felizmente de él, nombrando a una persona que se dice está en las antípodas de su predecesor, ya que además de tener formación diplomática es discreto, no parece que tenga ansias de poder mundano, y sus servicios a la Iglesia están manifiestos en su trabajo diplomático en China, Vietnám, España (ante el gobierno socialista de Zapatero), y Venezuela con la que ha tenido que lidiar con un gobierno peculiar, el bolivariano de Chavez y Maduro, con el que ha sabido tratar con prudencia y mantener la independencia eclesial en unas difíciles condiciones de fractura social.

Parolín, de ascendencia italiana y con 58 años, parece ser un gran acierto del Papa Francisco para la misión que tiene encomendada, especialmente para que la Iglesia recobre el puesto de autoridad moral que antes tuvo en el contexto internacional, que últimamente se ha visto sumamente perjudicado por los escándalos en la Curia y de pederastia entre algunos cleros en diversos lugares del mundo. De esta manera, Francisco y Parolín tienen una complicada pero laboriosa empresa que llevar a cabo de reconstruir la credibilidad de la Iglesia en el ámbito internacional, como el resto de la Iglesia tiene una importantísima labor de recuperación del espacio de evangelización en el mundo, para lo cual ha de alcanzarse mayor coherencia y credibilidad, sólo alcanzable por vía de los hechos.

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