jueves, 21 de julio de 2011

Los cristianos pueden ser un puente entre judíos y musulmanes en Tierra Santa y Oriente Medio


Con buenos auspicios concluyó en Londres la Conferencia Internacional sobre los Cristianos de Tierra Santa, organizada por el arzobispo de Canterbury, primado anglicano Rowan Williams, y por el arzobispo católico de Westminster, Vincent Nichols.

También el cardenal Jean-Louis Tauran participó en esta Conferencia Internacional de Londres y subrayó la importancia del diálogo interreligioso. El purpurado, que hizo un llamamiento para que Tierra Santa no se convierta únicamente en un lugar arqueológico, manifestó que allí los cristianos son una minoría que vive en condiciones de precariedad, debilitados por guerras y revoluciones y obligados a menudo a emigrar.

“Pero también son un don para la sociedad, añadió el purpurado, porque aportan la apertura cultural y sentido de la dignidad humana, de forma especial las mujeres, una concepción de la libertad que armoniza derechos y privilegios y una idea de la sociedad política que puede conducir a la democracia”. Para el cardenal los cristianos pueden ser un puente entre judíos y musulmanes, y son anunciadores de esperanza, en memoria de Abraham, padre de las tres religiones monoteístas, porque “la religión enseña que sólo existe un futuro: el futuro compartido”.

De aquí el llamamiento del purpurado para que Tierra Santa no sea sólo un escenario arqueológico, un museo al aire libre que poder visitar pagando la entrada. “Para los cristianos –añadió- los lugares santos son testimonios vivos, son la tierra de la revelación de Dios, el lugar donde Jesús vivió, murió y resucitó”.

El cardenal Tauran se refirió también a los cristianos de Tierra Santa y Oriente Medio árabes, descendientes directos de la fe apostólica y que llegaron a esta zona mucho antes que los musulmanes. Por esta razón ellos no solicitan asilo, “porque ya están en su casa” ya que han permanecido en Tierra Santa desde hace siglos sin solución de continuidad. El purpurado consideró primordial la búsqueda de una solución del estatus jurídico de Jerusalén, y en consonancia con la Santa Sede expresó su anhelo de que la zona más significativa de la ciudad, donde se ubican los principales lugares sagrados de las tres religiones monoteístas, obtenga un estatus especial garantizado internacionalmente.

“De esta forma, subrayó el cardenal, se podrán asegurar derechos fundamentales como la libertad de conciencia, de religión, de circulación, educación y sanidad, a cristianos, judíos y musulmanes” y de igual forma podrán disfrutar de la posibilidad de tener instituciones propias.

En la última sesión de trabajos realizados los días 18 y 19 de julio, se presentaron las propuestas dedicadas a mejorar la vida cotidiana de las comunidades cristianas. En la Conferencia participó entre otros Su Beatitud Fouad Twal, Patriarca Latino de Jerusalén, quien se refirió a la importancia de esta conferencia y agradeció la oportunidad de poder hablar de la situación a la que se enfrentan cotidianamente.

Fuente: Radio Vaticana.

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