sábado, 1 de marzo de 2014

EL PAPA AFIRMA QUEDARSE HELADO ANTE LOS 112000 ABORTOS DE ESPAÑA


Cuentan los Obispos españoles que han realizado una visita ad limina al Papa Francisco, que cuando el Cardenal Rouco le informó de los más de 112000 abortos realizados en España, según las últimas estadísticas, el Papa manifestó “quedarse helado”.
De igual manera que cuando le comentaron el índice de paro, especialmente el juvenil reconoció que tales cifras eran una humillación para los jóvenes, según reconoció a Mons. Blázquez, al no poder dignificar su existencia llevando a casa el pan de cada día como fruto de su esfuerzo intelectual y físico.  El papa Francisco le volvió a insistir «en la necesidad de estar muy cerca de las personas y de las periferias, no solo las geográficas y económicas, sino también las espirituales y culturales. Para el Papa, hay que reclamar justicia para los desfavorecidos y ofrecerles ternura. Porque esa era la actitud de Jesús con los débiles, los frágiles y los familiares de enfermos y difuntos.
En estos simples pero elocuentes datos de la situación social, económica y moral de España, el Papa ha expresado su sorpresa y malestar por lo que ambas cifras suponen, y que no son otra cosa que el resultado de una sociedad insolidaria, egoísta, individualista y hedonista. La misma sociedad que tradicionalmente se ha declarado católica, y en la que el catolicismo social sigue siendo dominante, al menos, de forma nominal, pues en la práctica se ve que dista mucho de los comportamientos esperados de seguidores de Jesús.
Por ello, el Papa no tiene especial problema en hacerse eco negativo de los mismos, ya que son cifras muy negativas para nuestra sociedad. El mismo Papa, al que algunos consideran excesivamente progresista, que no hace sino una denuncia profética de la injusticia social, y del pecado en el mundo, y que llama consecuentemente a volverse a Cristo para seguirle, que es lo que conllevará finalmente la instauración de su Reino (reino de paz, de justicia y de misericordia), del que el mundo se ha desviado en su evolución.
Pero al mismo tiempo, por la defensa de la vida, el Papa –junto con el resto de la Iglesia- será increpado por grupos pseudoprogresistas que fijan el progreso sólo en el permisivismo, relativismo moral e intelectual. Esos mismos, que de forma contradictoria reclaman la observancia de los derechos humanos, pero incumplen abiertamente uno de los más elementales como es el del derecho a la vida, so pretexto de ignorar la dignidad humana del no nacido, y enfatizar un exacerbado derecho de la madre al uso de su cuerpo.

Precisamente, en esa línea desnortada, partidos de gobierno como el PSOE ha hecho de la reforma de la ley del aborto (que ellos instauraron como de plazos) un auténtico “casus belli” del momento político actual para desgastar al gobierno del PP (que por cierto, tampoco elimina el aborto, sino que en cierta medida restringe los supuestos de la anterior ley socialista), y que sin embargo, parece tener prioridad a la lucha contra la tragedia del paro, contra la corrupción política, y contra el reequilibrio de las cuentas públicas con los injustos recortes sociales que se han venido implantando. Una lucha política proabortista, que creemos exagerada y sobredimensionada, por cuanto no está entre las demandas prioritarias actuales de la sociedad española, que sigue sufriendo las consecuencias de una injusta crisis del sistema capitalista, ante la que la izquierda política y social más moderada parece actualmente estar bloqueada, pese a lo cual, recurre a “recoger la pancarta proabortista” de una forma más decidida que la “pancarta contra el paro”, “contra la subida de la luz y el agua”, “contra las preferentes”, “contra la corrupción”, etc., etc.

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