Los alumnos del Máster de Teología de la
Universidad de Murcia giraron visita académica a la Catedral de Murcia el
pasado martes, acompañados por el profesor de historia del arte de la
Universidad de Murcia, Dr. D. Jesús Rivas Carmona, que imparte en el Máster la
asignatura del arte franciscano, como medio de evangelización y testimonio del
espíritu franciscano.
Así el objeto de atención en la visita del
grupo universitario de postgrado a la Catedral de Murcia fue la de seguir los
rastros del arte franciscano incorporado por el Obispo Trejo al principal
templo de la Diócesis de Cartagena, que se centraba especialmente en algunas
incorporaciones al altar mayor, de las cuales el retablo antiguo con especial
dedicación a la Eucaristía se perdió en un desgraciado incendio acaecido en el
S.XIX, pero quedan las cancelas y puertas de acceso laterales al altar mayor en
los que se puede apreciar el estilo herreriano, sencillo, que Trejo asumió del
propio Monasterio del Escorial.
Pero sobre todo, es el trascoro, donde queda
especialmente reflejada la huella del Obispo franciscano Trejo, que incorporó
las señas más propias del arte franciscano a la estética arquitectónica y de
culto que pretendía llevar sencillez a la construcción eclesiástica, y sobre
todo cambiar el estilo de iglesias ceremoniales propias del clero, donde los
laicos apenas eran convocados a seguir la liturgia sacerdotal, como puede
apreciarse aún en la planta de la propia Catedral murciana, donde el altar
mayor se incorpora en medio de la planta con el coro enfrente, ambos separados
por grandes rejas del espacio intermedio para la feligresía, no especialmente
grande.
Sin embargo, el novedoso aspecto franciscano
para la arquitectura de los propios templos y demás lugares de culto de la
época, cambia la idea de una “iglesia sacerdotal” a una “iglesia para el pueblo”,
para la predicación, por lo que además de la natural sencillez del espíritu
franciscano, se busca facilitar grandes espacios homogéneos para congregar al
pueblo y facilitarle la predicación –propia de la Contrareforma- y la
celebración sacramental según una liturgia más próxima y cercana a la
feligresía, eliminando las rejas.
Por ello, el franciscano Obispo Trejo en el
trascoro de la Catedral –justo según se entra por la puerta principal del
templo- incorporó un altar para la celebración eucarística al pueblo,
congregado ante el mismo junto a las puertas principales de la Catedral, en
cuyo altar del trascoro se incorpora una pequeña reja para facilitar la
incorporación y cercanía del pueblo al presbiterio, en cuya parte superior se
pueden apreciar las figuras esculturales y en vidriera de santos franciscanos
(S. Francisco y S. Antonio), en un espacio elevado que incorpora la luz a
través de una cúpula que se edificó con posterioridad a la obra del mencionado
obispo franciscano.
Estas huellas artístico-religiosas aúnan las
ciencias humanas civiles y el propio estudio teológico, como procura de
verificar e implantar este Máster en Teología de la Universidad de Murcia junto con el Instituto Teológico de Murcia de la Universidad Antonianum de Roma,
pionero de la Universidad pública española, que facilita el necesario y
conveniente reencuentro entre las ciencias humanas y la teología como parte de
las mismas, de cuyo estudio surgió la propia Universidad hasta que la Ilustración
las separó, pero el estudio e investigación las ha llevado a encontrar desde el
respeto y comprensión mutua, en una necesaria sinergia para el avance del
conocimiento humano, como ya se reconoció en otros países como Francia o
Alemania en que la reconciliación de ambos estudios se viene dando ya tiempo
atrás, e incluso en Alemania el estudio Teológico se observa y ofrece junto con
la Filosofía en las Universidades Públicas, sin ser exclusivo de ninguna Iglesia.
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