El Papa Francisco ha publicado esta encíclica de profundas
resonancias franciscanas, en la que con la habitual valentía y claridad el
Pontífice acomete uno de los problemas básicos de la convivencia mundial en la
actualidad: el problema ecológico derivado de la injusta sobreexplotación de
los recursos naturales del mundo.
Así
Francisco señala una de las graves causas del desequilibrio económico y social
del mundo, que debido a la excesiva explotación de los recursos materiales se
ha llegado a deteriorar el medioambiente del planeta, dando lugar a importantes
cambios climáticos y a una destrucción sin precedentes de ecosistemas con grave
perjuicio para el desarrollo de la vida en el mundo. Algo, que Francisco
califica de abandono del mundo, habiendo llegado a convertir algunas partes de
la tierra en auténticos “depósitos de porquería”.
Pero además
de referirse a datos directamente observables de la realidad mundial que están
deteriorando nuestro ecosistema, el Papa llega al análisis de sus causas y de
sus consecuencias, en una auténtica denuncia mundial de la codicia económica de
sectores económicos privilegiados, que se encuentran entre las causas de esta
preocupante situación, ante lo que el Papa advierte que el derecho a la
propiedad privada nunca ha sido reconocido como absoluto e intocable por la
tradición cristiana, distanciándose así del “dogma capitalista” de la defensa a
ultranza de la propiedad privada.
Además,
Francisco alerta sobre la necesidad de corregir los modelos de crecimiento –que
no siempre resultan compatibles con el medioambiente-, indicando en tal
sentido, que el enorme consumo de los países ricos tiene repercusiones en los
lugares más pobres, sobre todo en África, donde el aumento de la temperatura
unido a la sequía hace estragos en el rendimiento de los cultivos.
Consecuentemente, enfatiza en que se evite una “concepción mágica del mercado”
(gran dogma del capitalismo moderno) que tiende a pensar que los problemas se
resuelven sólo con el crecimiento de los beneficios de las empresas o de los
individuos.
Tras señalar
las causas, el Papa apunta sobre indeseables y potenciales consecuencias de
esta problemática, en la medida en que el agotamiento de algunos recursos se
vaya generalizando, será previsible pensar en un escenario favorable para
nuevas guerras, incluso disfrazadas de nobles reivindicaciones.
Apuesta el
Pontífice por un amplio desarrollo de las energías renovables, del que dice que
ya debería estar en marcha, dado que entiende que es legítimo optar por lo
menos malo o acudir a soluciones transitorias, dado que la tecnología basada en
combustibles fósiles muy contaminantes (carbón, petróleo y gas) necesita ser
reemplazada de forma progresiva sin demora.
El Papa
llama la atención sobre la “debilidad de la política internacional”, el
sometimiento de la política a la tecnología y a las finanzas que llevan al
fracaso a las cumbres mundiales sobre el medio ambiente, dado que existen
intereses económicos particulares que llegan a prevalecer sobre el bien común,
que incluso manipulan la información para que no se afecten sus proyectos.
Incluso
llama la atención sobre el hecho que no se aprendieron las lecciones de la
crisis financiera mundial y con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro
ambiental.
Pero sobre
todo es en la defensa de la vida y en el rechazo al aborto como antagónico con
la vida, donde el Papa pone el “dedo en la llaga” sobre la incoherencia de
quienes mantienen la defensa y acogida de los seres débiles que nos rodean (a
veces con sus molestias e inoportunidad), si no se protege al embrión humano
(que no causa ni molestias ni dificultades), por lo que apela a retomar esa
coherencia educativa.
En definitiva
un documento magisterial con resonancias en la espiritualidad ecológica del
santo de Asís, que también recuerda en alguno de sus postulados la Pacem in Terris de Juan XXIII, que con
audacia y valentía hace una denuncia profética al estilo de la nueva teología,
por lo que algunos le sitúan en la línea de la “teología de la ecología” como Leonardo
Boff le denominó.
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