El Dr. Mario Sabán, filósofo y antropólogo, es un
especialista e investigador del ámbito judeocristiano, argentino, de origen
judío, afincado actualmente en Barcelona preside la Asociación Cultural Tarbut
Sefarad de conocimiento y divulgación de la cultura hebrea en general, y en
particular de la cultura sefardí.
Esta
semana ha visitado Murcia, habiendo impartido sendas conferencias en Cartagena
y en Murcia, y con esta ocasión hemos aprovechado su presencia en Murcia para
entrevistarle.
P/ ¿Qué es “Tarbut Sefarad”?.
R/
“Tarbut” en hebreo, quiere decir cultura; “Sefarad” era el nombre que designaba
toda la Península Ibérica y el sur de Francia; por tanto, cuando hablamos de
“Tarbut Sefarad” nos referimos a una red de voluntarios amigos de la cultura
judía, que nació en Lérida –donde se creó una cátedra de pensamiento judío, que
yo dicté-, con un 95% de cristianos que reconocieron que a España le faltaba
este componente judío que estaba desaparecido. A partir de ahí fuimos
extendiendo la red, de forma que ya estamos en 2oo ciudades españolas y casi
100 ciudades del extranjero. (www.tarbutsefarad.com).
El
objetivo es el renacimiento de la cultura judía en España, un trabajo de
“hormiga” que se va logrando poco a poco después de estos 500 años de ausencia.
P/ ¿Cómo definiríamos actualmente la cultura
sefardí?.
R/ Hay
un gran problema de ¿cómo va a persistir?. Es la que se siente heredera de
todas las tradiciones: del ladino, de la cocina judeo-española, etc; pero
estamos viendo que los nietos de los que conservaban el ladino ya no lo
continúan, de ahí el problema de la continuidad. Lentamente se va perdiendo la
lengua, aunque las costumbres se mantienen.
No
obstante, aparece actualmente un nuevo
sefardí (podríamos hablar de “neosefardismo”) que está asumiendo la cultura,
mientras el sefardí tradicional se pierde. Por eso hay que trabajar mucho para
enlazar España y los judíos.
Así, la
idea de “Tarbut Sefarad” es la de una organización que pueda insertar lo que es
Sefarad en el conjunto de las comunidades sefardíes del mundo, que vuelven a
Sefarad de visita pero se marchan y no acaban arraigando.
P/ ¿En qué medida podríamos hablar de linajes
sefarditas?.
R/ Hay
un gran trabajo que estamos abordando en Tarbut Sefarad de ayudar a localizar
el origen judío de muchas personas que nos consultan sobre la base del origen
judío de sus apellidos, que viene a ser una gran demanda a nuestra organización
(casi el 50% de los correos electrónicos que recibimos van en esa línea).
Todavía
se mantienen costumbres criptojudías en muchas familias, que es difícil creer
que se hayan podido mantener ocultas 500 años.
P/ ¿La determinación por los apellidos es
suficiente, o habría que ir a la prueba del ADN?.
R/ Es
muy difícil la determinación del origen judío sólo por los apellidos, ya que en
el mundo judío existen también apellidos cristianos, o no específicamente
judíos (v.gr.- Franco o Castro, existen entre los judíos y entre los
cristianos), siendo así extremadamente difícil pronunciarse en estos casos.
En
otros casos es más fácil (apellidos de actividades económicas o gremios, o de
ciudades, etc.), pero también se da entre los cristianos procedentes de judíos
conversos.
El ADN
hace un cálculo de la sangre semita, y en España hubo también cartagineses que
eran semitas, y anteriormente estuvieron los fenicios. Por tanto, antes de la
llegada de judíos a la Península Ibérica, ya había semitas en ella. Lo que
dificulta la investigación por ADN ya que informa de “sangre semita” pero no
asegura que fuera judía, pues podría ser también fenicia o cartaginesa.
P/ ¿La búsqueda de antecedentes judíos
conlleva un interés genealógico, cultural o también religioso?.
R/ En
general comienza con una cuestión cultural y deriva a un tema religioso. Las
búsquedas son muy diversas.
El
español tiene una especie de amor y rechazo simultáneo por los temas judíos. Es
como una especie de paradoja. El tema no se habla, se mantiene críptico. Entre
otras cosas porque no hay comunidades judías en muchas ciudades (es un tema
desaparecido), y cuando se habla, se hace de las “piedras”, de las sinagogas.
No hay “judíos biológicos”.
Sin
embargo, los cinco siglos de presencia judía en España, de actividades
bancarias, comerciales y culturales, hacen que la Edad Media española no se
entienda sin los sefardíes.
Muchos
jóvenes españoles que profundizan en la Biblia, acaban por hacerse el
inevitable planteamiento que siguen a Jesús: ¡un judío!. Lo cual revela la
contradicción de cierto cristianismo antisemita.
Así
unos se acercan al judaísmo para profundizar en su conocimiento de Jesús: un
judío. Otros, por la cultura, linajes de apellidos, e incluso por la atracción
del Estado de Israel.
La
última vía de acercamiento al mundo judío –más reciente- es la del conocimiento
y descubrimiento de la vía mística de la Cábala, cada vez mayor y de gran
potencialidad. Pues estamos en una época en que la religiosidad es débil, pero
la espiritualidad fuerte, y no se encuentra debidamente reflejada en las
instituciones religiosas; que habrían de adaptarse a esta demanda de
espiritualidad.
P/ La paradójica historia del judaísmo (de
“pueblo elegido” a “pueblo perseguido”),
¿cómo se lee desde el judaísmo?.
R/ El
Estado de Israel genera paradoja, por un lado, da la seguridad que no tuvo el
pueblo judío durante 1400 años, pero por otro lado, introduce al judaísmo en el
terreno político (pues antes el judaísmo estaba en el terreno cultural y
religioso).
Cuando
hay un Estado surgen los problemas entre la ética y la política. Sobre todo, si
se define judío. Lo que conlleva una tensión entre la ética de la Torah y sus
intereses como cualquier Estado, que hay que entender que los tenga que
defender. Lo cual resulta complejo. Algo así como la paradoja de sostener el
cristianismo y el Estado Vaticano.
Habría
que introducir la ética en la política internacional. En el caso de Israel se
procura la coherencia ética en su política.
P/ ¿Qué planteamiento hace el judaísmo actual
con Sión, con la vuelta a la “tierra prometida”?.
R/ Todo
judío, por la “ley del retorno”, si va a Israel puede ser ciudadano del Estado
de Israel con pasaporte, lo que viene a conferir a los judíos una posibilidad
de “doble nacionalidad”.
El
problema del judaísmo de la diáspora es la continuidad del mismo en tales
circunstancias. Por lo que la función de las comunidades judías de la diáspora
es importante, pese a la disminución que supuso el genocidio de la Shoah.
Puesto que suponen una posibilidad de facilitar el contacto, la conversión y el
mantenimiento del judaísmo de la diáspora. Además que la historia del judaísmo
es la de la resistencia en las dificultades, aunque no falten agoreros de la
desaparición y extinción del judaísmo de estas comunidades.
Pienso
que incluso veremos la potenciación del judaísmo por el gran interés sobre la
mística judía y su profundo desarrollo, que puede favorecerlo.
En
España se están dando entre 200 y 300 conversiones anuales al judaísmo, acaso
poco en relación con la población española, pero una significativa cifra
mantenida con tendencia al crecimiento, que para el judaísmo español es mucho.
Tarbut
Sefarad trabaja mucho el contenido de fondo, de redefinición, que se adapte a
los actuales tiempos de crisis. Aunque el judaísmo siempre vivió en crisis,
siendo ahí donde se fortalece.
P/ ¿En la actualidad habríamos de hablar de
un mundo judío diverso?.
R/ Muy
diverso. A nivel religioso están el movimiento reformista y el conservador (dos
movimientos no ortodoxos) que hace tiempo aceptan que las mujeres sean rabinas
(existen unas 350 en el mundo), pues los tiempos han cambiado y el mundo judío
se adapta a estos tiempos.
P/ ¿Hay trato igualitario a los judíos
conversos del paganismo, respecto de los judíos de linaje?.
R/ El
trato es totalmente idéntico. En general los conversos son más observantes en
sus prácticas.
Además,
la conversión al judaísmo no es automática, tarda varios años, pues se tiene
que tener cierto nivel de conocimientos.
En el
judaísmo lo central es el tema del conocimiento, la persona ha de estudiar mucho
para entrar en el judaísmo. No se plantea el grado de fe o inmersión virtual,
sino el conocimiento profundo del judaísmo, y eso conlleva de 3 a 5 años.
Y dado
que según las leyes de Noé, no se necesita ser judío para alcanzar la
salvación, la conversión al judaísmo se plantea en términos de calidad, de
conocimiento, más que de cantidad de personas.
P/¿El judaísmo tiene una teología más
sencilla que la cristiana, pero unos rituales más complejos?.
R/ Es
totalmente así, pues la tradición judía es compleja, y creo que por ello, la
mente judía se ha vuelto también compleja acostumbrada al estudio para entender
a Dios. El sabio judío Hillel decía que un ignorante no puede ser un buen
creyente.
P/ ¿Eso no es gnosticismo?.
R/ Sí.
El judaísmo se volvió gnóstico, es gnosticismo puro, quizá sea equivalente,
pues llegamos a la fe por el conocimiento. No tenemos declaración de fe,
llegamos a la fe por la conducta; por eso creo que el libro más judío del Nuevo
Testamento es la Carta de Santiago (que afirma aquello de demuéstrame tu fe sin las obras, que yo te demostraré la fe con las
obras), que Lutero quiso sacar del canon con su postulado de la “sola fides” (fe sin obras: “el justo vivirá
por la fe”).
La
cuestión es que las obras son fundamentales,
lo cual plantea un problema teológico, que nos lleva a considerar que en
el judaísmo no hay teología (pues esta estudia a Dios, y si para nosotros Dios
es el infinito, ¿cómo se estudia el infinito?), por consiguiente se trata más
de un estudio antropológico ( se estudia al ser humano y su conducta en
relación a Dios).
El
judaísmo cree que Dios se encarna en toda la creación.
P/ ¿Cuál es el planteamiento judío del “Reino
de Dios”?.
R/ En
el caso judío es un reino material en cuanto al fin de la pobreza, al fin de la
injusticia.
La
venida del reino es el fin de la historia. No el comienzo de un tiempo nuevo
(como se plantea en el mundo cristiano); es lo que va a comenzar cuando la
historia termine. Un cambio de paradigma tal que no podemos imaginarnos lo que
supone, como dice el profeta Isaías que nadie
se levante contra nadie. Por tanto es una cuestión práctica, de no
violencia.
P/ ¿Cómo entienden la escatología?.
R/
Creemos que habrá resurrección de los muertos al fin de los tiempos. ¿Cómo se
producirá, de forma espiritual o corporal?. No lo sabemos. Aunque …., ¡ya
estamos clonando…!. Y eso lo complica.
P/ ¿Cómo interpreta el acercamiento católico
de los últimos Papas al mundo judío?.
R/ Muy
positivamente. A partir de Juan XXIII, que dio un paso decisivo, después Pablo
VI menos decidido, pero el Papa polaco Juan Pablo II, entrando en la sinagoga
de Roma impulsó un decidido cambio en las relaciones que concluyó con todo
sesgo de antisemitismo en la Iglesia, sus visitas a campos de concentración,
sus conferencias a comunidades judías en Europa, etc., que continuó Benedicto
XVI abiertamente. Por tanto, el acercamiento católico es decidido y patente.
Ahora
tienen que abrirse las relaciones desde el mundo judío, pero aún pesa mucho el
tema de la inquisición, las cruzadas, y el silencio eclesial durante la Shoah,
por tanto habrá que dar tiempo, revisar la historia, dialogar y construir para
el futuro.
P/ ¿Cuál es la realidad actual del judaísmo
en España?.
R/ Los
núcleos más numerosos de comunidades judías en España actualmente son Madrid y
Barcelona.
Así
vivimos en España treinta mil judíos, de los que aproximadamente unos diez mil
viven en Madrid, y unos ocho mil en Barcelona, existiendo pequeños núcleos en
Oviedo, Alicante, Valencia, Palma de Mallorca, Ceuta y Melilla, entre otras.
La
comunidad más cohesionada y religiosa es la de Madrid que cuenta con ocho o
nueve sinagogas, casi todas de tendencia ortodoxa. Por su parte, Barcelona
cuenta con varias sinagogas de diferente signo (1 ultraortodoxa, 1 tradicional,
y 2 de la reforma).
Salvo
las comunidades de Madrid y Barcelona, las demás comunidades judías están
dispersas son de escasos miembros y por ello más débiles. No obstante el
judaísmo español se enfrenta a un gran desafío dada cuenta el creciente número
de conversos y su dispersión, que se estima podrá ser sustancial en las
próximas décadas, con su progresiva extensión territorial que dificulta su
organización y unión.
Al
frente del judaísmo en España se encuentra la Federación de Comunidades Judías,
debidamente legalizada, que representa a las 13 comunidades ortodoxas
tradicionales, pero al aparecer comunidades no federadas, o la Federación se
amplía y las acoge o habrá una nueva Federación, algo que a día de hoy, no se
tiene claro.
Sin
embargo, podemos afirmar que España está redescubriendo el judaísmo, pues cada
vez hay más conversiones.
P/ ¿A dónde se ha de dirigir cualquier
persona interesada en la fe judía en España?.
R/
Puede escribirnos a “Tarbut Sefarad” (www.tarbutsefarad.com), les ofreceremos bibliografía básica para su conocimiento, y si
quiere profundizar más le pondríamos en contacto con comunidades judías. Si
quisiera convertirse le ayudaríamos en su proceso de conversión. Y si quiere
ayudar al conocimiento y difusión de la “cultura judía”, le invitamos a
participar uniéndose a Tarbut Sefarad.
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