sábado, 28 de noviembre de 2015

FRANCISCANOS SEGLARES TIENEN UN ENCUENTRO DE FORMACIÓN EN MURCIA


         
La Orden Franciscana Seglar de la provincia eclesiástica de Cartagena ha congregado en Murcia a miembros de las diversas fraternidades seglares franciscanas de Murcia, Albacete, Alicante, Almería y Granada en una jornada de formación preparatoria del “Año de la Misericordia”, convocado por el Papa Francisco.


            Así en una intensa y concurrida jornada se departió sobre la bula papal que instaura el próximo “Año de la Misericordia”, que comenzará el día 8 de diciembre próximo, festividad de la Inmaculada Concepción y se extenderá a lo largo del año 2016, hasta la festividad de Cristo Rey en la que concluirá.

            De esta forma los franciscanos seglares se preparan para vivir con coherencia e intensidad este nuevo año litúrgico especialmente dedicado por el Pontífice a recordar uno de los principales pilares de la fe cristiana: la Misericordia de Dios, que ama y perdona –o mejor dicho, perdona porque ama, todos nuestros fallos e iniquidades humanas- invitándonos a la conversión a través del ejercicio del perdón fruto del amor fraterno que en el cristiano ha de ser reflejo del Amor de Dios a los hombres.

            Por consiguiente en ese ámbito de reflexión y sintonía espiritual y humana se exhorta a vivir una especial experiencia de la Misericordia Divina que no quede en los límites de la Iglesia, puesto que el Amor de Dios excede a todo límite y alcanza a toda persona, obra de su creación.
            Habiéndose desarrollado la jornada en un clima convivencia fraternal, preparatorio para el inminente comienzo del Adviento, que preparará para la venida del Mesías Redentor, culminándose en la celebración de las próximas fiestas navideñas a la luz de la fe del Evangelio de Cristo.


viernes, 27 de noviembre de 2015

JUSTICIA Y PAZ JUNTA EN MURCIA A CRISTIANOS DE DIVERSAS IDEOLOGÍAS POLÍTICAS


           
La Comisión Diocesana de Justicia y Paz de Murcia ha organizado una mesa redonda en el Casino de Murcia sobre el título “fe y compromiso político” que ha juntado en Murcia a diversas personas que reconociéndose cristianas han tomado distintas opciones políticas.
                Así de esta forma se han encontrado personas, con un común denominador en la fe en el Evangelio de Jesús, que han tomado opciones políticas diferentes, en la creencia de que su fe les impulsaba a tomar posiciones activas de servicio y compromiso social por los valores evangélicos.
                Por tanto, moderados por el teólogo Bernardo Pérez Andreo, miembro de la Comisión de Justicia y Paz de Murcia además de secretario del Instituto Teológico de Murcia, han participado Miguel Ángel Herrero, Javier Real, Ignacio Tornel, César Nebot, Manzanares, Juan Antonio Megías y Enma Contreras.

                El acto comenzó con una exposición personal, con referencias biográficas, de cada uno de los participantes, sobre su experiencia de fe y su decisión de asumir compromisos políticos militando en un determinado partido político, como opción pública de un compromiso socio-político de sus convicciones religiosas para la mejora de las condiciones sociales, políticas y económicas de nuestra sociedad. Evidenciándose cómo a cada uno de ellos una situación personal análoga de cuestionamiento desde sus convicciones cristianas les ha llevado a dar el paso de un posicionamiento político como encargo de servicio público a los demás. Aunque en la opción asumida por cada uno de los participantes se pudo constatar las diferentes sensibilidades políticas que finalmente asumieron pese a haber partido desde una base de fe análoga. De donde se confirma que el Evangelio no se identifica con ninguna opción política, sino que en la creencia y defensa de la justicia y la misericordia para con el prójimo se llega a una toma de posición pública para poner en práctica esos valores y ese concreto compromiso evangélico.
                Tal es así que entre los presentes se daba una militancia política que cubría prácticamente todo el arco ideológico de las diversas opciones políticas, desde las más conservadoras y tradicionalistas, pasando por formulaciones demoliberales para concluir en posiciones netamente sociales y comunitarias.

                Tras la inicial exposición de su respectiva experiencia, por parte de cada uno de los participantes, se abrió un interesante debate sobre la compatibilidad de los valores evangélicos y las opciones políticas actuales, así como se reconoció por algunos de los presentes de las dificultades y sufrimientos que en su experiencia de fe les ha reportado la participación política en la vida interna de los partidos, en la que la “politiquería” (la lucha del poder por el poder y las ambiciones de algunas personas que se desenvuelven en el ámbito de la política) con sus consiguientes traiciones, intrigas y mentiras, cuestionan moralmente al militante cristiano además de suponerle serias tentaciones, bien de sumarse a ellas, bien de abandono de tal compromiso político. Pero convenían, que superadas esas situaciones, también se tenía la satisfacción de haber colaborado en la solución de problemas públicos y de no pocos sufrimientos personales.
                Tal planteamiento supuso que muchos de ellos, reconocieran que los partidos políticos son instrumentos al servicio de la sociedad, debiendo ser así considerados, no como un fin en sí mismo, dado que el fin de la política ha de ser el servicio a la comunidad (especialmente a los más desvalidos), en modo alguno un instrumento de ascenso social o económico. Si bien, se reconocía la dificultad de poder verificar esta situación, ante numerosos ejemplos poco edificantes de lo contrario, en los que el egoísmo y la codicia de algunos ha llevado a tomar a los demás como medios de su propio encumbramiento y no como fines de su servicio.
                Pero más allá de estas profundas consideraciones, compartidas por la mayoría de los participantes, empezaron a evidenciarse notorias diferencias de perspectiva y posición, desde quien consideró su participación política como una forma de restablecer las tradiciones sociales, culturales y religiosas, que cree se están perdiendo en una sociedad que pierde su identidad europea y sus raíces cristianas. Posición que fue mayoritariamente rechazada por los participantes a la mesa e incluso contestada por el público interviniente. Hasta posiciones más sociales de servicio y reparto solidario, no sólo en nuestra sociedad sino también a nivel internacional para tratar de vencer el hambre, el subdesarrollo y la injusticia en el mundo.

                Incluso alguno de los invitados llegó a apelar a la autenticidad de la política, a infundirla de mayor margen de verdad, de menor ámbito de manipulación interesada, para poder lograr una acción más justa, una sociedad más equilibrada en el reparto justo de la riqueza, etc. Reprochando aquellas actitudes de no pocos políticos que prometen y ofrecen unas soluciones para alcanzar el poder y cuanto están en él olvidan sus compromisos, lo que conlleva, junto a casos de corrupción, el actual descrédito y deslegitimación de la vida política por parte de amplios sectores de nuestra sociedad.
                En ese punto, algunos de los presentes reconocieron esta situación y su lucha interna en sus respectivos partidos para evitarlo, llegándose a decir que su fe era en Dios, pero no en el partido en el que militaban, que tomaban como herramienta y no como fin.
                En ese ambiente se creó una buena dinámica de participación con la intervención del público asistente que hicieron preguntas a los participantes en la mesa redonda, e incluso alguno de ellos hizo sus propios análisis personales sobre el objeto del debate.
                Todo ello se fue desarrollando en un animado debate que hizo que el acto se prolongara respecto del horario previsto, siendo un enriquecedor encuentro para los asistentes el poder contar con los testimonios personales de políticos murcianos que se reconocen cristianos.

                 

miércoles, 18 de noviembre de 2015

ARRANCA LA ACTIVIDAD DE JUSTICIA Y PAZ DE MURCIA CON UNA INTERESANTE CONFERENCIA DE MONS. AGRELO SOBRE LAS MIGRACIONES


            El arzobispo de Tánger, Mons. Santiago Agrelo (OFM) ha dado una interesante conferencia sobre las migraciones, reflexionando con el Evangelio desde la frontera, poniendo de manifiesto la injusticias del mundo actual, la pobreza como causa de las migraciones y las humillaciones que suponen las fronteras a los miles de seres humanos que se acercan a ellas tratando de huir de la pobreza, la violencia y la injusticia.

                En una conferencia, que abre las actividades de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz de Murcia, el invitado de excepción ha sido Mons. Agrelo, obispo franciscano de Marruecos, que es conocido por la defensa de los pobres que abandonan su tierra en busca de la legítima prosperidad y que padecen un extraordinario sufrimiento por las penurias físicas y psíquicas que sufren en un trayecto lleno de inconvenientes, trampas y peligros, en el que no pocos pierden la vida.
                Así en esta época en que los procesos migratorios son masivos huyendo de conflictos bélicos, de violencia social y profundas injusticias sociales que llevan a muchas personas a abandonar su tierra y parentela para buscarse la vida en otros horizontes lejanos, que ha venido presentando frecuentes episodios trágicos de muerte en el cruce del Mediterráneo del flujo migratorio habitual africano,  y ante lo que algunas voces se han alzado previniendo sobre estos flujos migratorios y sus potenciales peligros, Mons. Agrelo alza su profética voz para recordar a los cristianos el deber del amor al prójimo como ley evangélica de primer nivel, ante lo que caben pocas vueltas.
                Por consiguiente, en su exposición el prelado de Tánger –testigo de primera línea en ese drama humano- ha contrastado su decidida defensa del amor fraterno por encima de fronteras con abundantes referencias bíblicas, y particularmente evangélicas, para sostener como válida ante Dios toda actitud de ayuda, de confraternización a colectivos vulnerables a los que –a su juicio no es legítimo reprobar bajo ningún punto de vista-. Denunciando algunas actitudes renuentes con esa posición de defensa del débil, del pobre, que en su opinión está en el centro del Evangelio y en las preferencias divinas.
                Junto con comentarios apelativos a dramáticas experiencias humanas –que ha tenido ocasión de vivir en su archidiócesis de Tánger- de verse en la obligación de embarcarse en la aventura del cruce del Estrecho de Gibraltar, contabilizando diversas desapariciones en tal intento, que helaban el alma; o la de aquellos que tras viajar largo tiempo por centro África permanecen meses viviendo de forma inhumana al ver su marcha frenada por la valla y las concertinas de las alambradas fronterizas, que para nuestro conferenciante suponen además de un peligro físico, una flagrante humillación humana impropia de la filiación divina de la persona humana.
                Junto con todo ello, Mons. Agrelo tomó referencia en el libro que acaba de publicar titulado: “Emigrante: el color de la esperanza”;  que en palabras de nuestro autor, sea una esperanza en que un día las fronteras se vuelvan umbrales que los pobres atraviesen hacia el interior de una casa de todos, y que, en el emigrante, quienes lo reciban vean a Dios, vulnerable en sus hijos, vean a un hermano que llega de lejos, vean la belleza de un futuro más hermoso para todos.


                Concluyendo la conferencia con un pronunciado aplauso de los asistentes, que correspondían así a dar su conformidad con lo expuesto por el prelado norteafricano, que acabó firmando ejemplares de su libro entre los asistentes, que reconocían haberse identificado con el discurso del prelado franciscano que había logrado un clima de profunda reflexión y emotividad humana con sus palabras.

martes, 17 de noviembre de 2015

LA ORDEN FRANCISCA SEGLAR DE MURCIA CONMEMORA A SU PATRONA CON NUEVOS PROFESOS

      

      En el día de Sta. Isabel de Hungría, patrona de la Orden Franciscana Seglar, la fraternidad franciscana seglar de Murcia ha conmemorado la festividad de su patrona con una Eucaristía, nuevas profesiones y un ágape entre los hermanos.

           En la Iglesia de la Merced de Murcia, regentada por la Orden de Frailes Menores franciscanos, se ha celebrado con una Eucaristía la conmemoración de la patrona de la Orden Tercera Franciscana, con la asistencia de los hermanos seglares franciscanos de Murcia, en la que se ha producido la habitual renovación del compromiso de sus miembros, así como la profesión de cuatro nuevos miembros.

            El acto religioso –que ha estado presidido por el P. Fresneda (OFM) asistente de la fraternidad seglar franciscana de Murcia- ha contado con la profesión de cuatro nuevos miembros seglares (dos matrimonios murcianos) que tras los tres años de iniciación y noviciado en que han sido formados en la regla y espíritu franciscano, han visto su incorporación a la OFS como el camino por el que vivir el Evangelio al encuentro del Señor.

            En la homilía, el P. Fresneda hizo una referencia sobre el carisma franciscano seglar invitando a vivirlo a los miembros de la fraternidad, en especial a los nuevos profesos, expresando sus deseos que sea una opción y modo de vida cristiana para los presentes.


            Tras la Eucaristía, la fraternidad tuvo un ágape en el que todos juntos convivieron en una cena cordial de hermandad con la que concluyeron la celebración del día de su patrona.

sábado, 14 de noviembre de 2015

"LUZ EN EL DESIERTO", NUEVO LIBRO DEL TEÓLOGO MURCIANO FERNANDO BERMÚDEZ


       Este viernes, con gran concurrencia de público, se ha presentado en el Casino de Murcia, organizado por la Comisión de Justicia y Paz de Murcia, el libro del teólogo murciano Fernando Bermúdez, Luz en el desierto.

El acto fue presentado por el presidente del Casino de Murcia y miembro de Justicia y Paz, Juan Antonio Megías, contando con la participación de Mª Carmen Noguera, historiadora y miembro de las Comunidades de Base de Murcia, y por Domingo Delgado, teólogo y periodista, secretario de la Comisión de Justicia y Paz de Murcia.
En cuanto al autor, Fernando Bermúdez López, natural de Alguazas (Murcia), estudió medicina en la Universidad Complutense de Madrid y teología en la Universidad Pontificia de Comillas, habiendo tenido una amplia dedicación al Evangelio, junto a tareas educativas y de promoción humana, combinadas con una decidida lucha por los derechos humanos allá por tierras de Sudamérica, como por acá por España, junto a su esposa. Destacándose su decidida labor en la pastoral penitenciaria, así como un activo compromiso por la defensa de los derechos humanos desde Amnistía Internacional y por la Justicia y la Paz, desde el propio seno de la misma Iglesia Católica, por su incorporación a los trabajos de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz en Murcia.

El libro presentado, obra novelada con especial sutileza y no menor profundidad plantea la disyuntiva de la actitud cristiana ante la vida, en un marco histórico de los inicios del cristianismo oficial (S.IV) en las disputas arrianas que concluyeron en el Concilio de Nicea; y en una sociedad que legalizaba al cristianismo por decreto imperial y hasta lo hacía religión oficial del Imperio, del mismo modo, con todo lo ello reportó de profundos cambios sociológicos, políticos, eclesiales y de poder político.
Todo lo cual, conllevó también la entrada masiva al cristianismo de ingentes cantidades de personas desde el paganismo y hasta la cristianización de costumbres paganas, así como el cambio de una Iglesia comunitaria participativa a una Iglesia jerárquica, autoritaria y clerical,
En ese marco, nuestro autor sitúa a los dos personajes esenciales de su libro (Agatón, que evoca la posición de Juan el Bautista, y Onofre que evoca la posición de vida de fe presentada por Jesús). Todo lo cual, le lleva para establecer un prolongado y profundo diálogo entre los dos personajes desde sus posiciones ante el cristianismo: penitencia y ascesis -uno de ellos-, frente a confianza en Dios y amor fraterno, de servicio y misericordia -el otro-., continuando el diálogo con anacoretas y cenobitas del desierto, lo que le posibilita a Fernando Bermúdez para hacer una profunda reflexión sobre la necesidad y significado del silencio (= desierto) como actitud interior de escucha, de dominio interior y autocontrol, sin que por ello esto suponga una fuga mundi, pues Jesucristo se movió en sentido contrario: dejó su gloria para tomar la vida humana. El Hijo de Dios se ha puesto al alcance de los hombres en la Encarnación de Jesús.
Finalmente el acto concluyó con la natural firma de ejemplares por parte del autor, entre el público asistente.

domingo, 8 de noviembre de 2015

ENCUENTRO ECUMÉNICO NACIONAL EN CARTAGENA


           La Asociación de Centros Ecuménicos de las Misioneras de la Unidad (ACMU) ha organizado un Encuentro Ecuménico Nacional en Cartagena, al que han asistido un centenar de personas de diversas confesiones cristianas de toda España.

             El evento, llevado a cabo este fin de semana, ha contado con la participación de importantes especialistas en ecumenismo, teólogos católicos, protestantes y ortodoxos, han tenido la ocasión de encontrarse para debatir de las cuestiones que les unen, junto con un nutrido grupo de personas implicadas en el movimiento ecuménico de acercamiento de los cristianos, dentro de los que caben destacar las organizadoras de este Encuentro, las Misioneras de la Unidad que teniendo como carisma congregacional el de la búsqueda de la unión de los cristianos, vienen trabajando en esta área durante décadas, siendo especialmente relevantes las conocidas “Jornadas del Espinar” sobre Ecumenismo y Diálogo Interreligioso que organizan anualmente las Misioneras de la Unidad, junto con la publicación periódica “Pastoral Ecuménica”.
            La inauguración del evento estuvo a cargo de las organizadoras, con una oración ecuménica presidida por el vicario episcopal católico en Cartagena junto con el pastor evangélico en la ciudad, que fue seguida por la participación del nutrido grupo asistente, en la Universidad Politécnica de Cartagena.
            Las Jornadas han contado con las ponencias:

-          “El Ecumenismo creador de fraternidad”,  del profesor de ecumenismo de Granada Dr. D. José Hernández, religioso claretiano, que abordó el especial sentido de “fraternidad”, reconocido en la apertura ecuménica del Concilio Vaticano II en la Iglesia Católica, al punto de mencionar la referencia al nº 42 del decreto Ut unum Sint, que habla de “hermanos unidos” (cambiando la idea de “hermanos separados”). Señalando el cambio histórico sustancial de “herejes” a “hermanos”, considerando el sentido fraternal como auténtico don de Dios, como ya descubriría en su día S. Francisco, que se ha de cultivar, ante el que no cabe conformismo o pasividad, pues se hace precisa la acogida de los otros, amarlos, dar y pedir perdón por las ofensas habidas. La fraternidad no sería así, una confluencia de intereses humanos (ya que la comunidad cristiana es comunión en Cristo, que le da el peculiar sentido fraternal), de forma que se da en ella la unidad, que no es uniformidad, pues los dones de Dios son variados. De manera, que el Espíritu traspasa las barreras confesionales, al punto que el Papa Francisco ha ampliado la idea de fraternidad universal a la naturaleza y todas las criaturas (“Laudatio si”, nº 89).

-          “Urgencia del Ecumenismo en la Pastoral”, del jesuita y teólogo ecuménico mallorquín, Héctor Vall, quien comenzó señalando la raíz del ecumenismo en el amor de Dios a todas sus criaturas (seres humanos, animales y plantas, todas obras de la creación divina). Indicando que así, el ecumenismo era un modo de vivir la vida cristiana, con el que el Concilio Vaticano II dio fin a la “época constantiniana” de separación del trono y el altar, dando lugar al fin de la Contrarreforma (en la valoración de las distintas confesiones y la estimación de la libertad religiosa), generándose una nueva época para el mundo (Gaudium et spes, nº 4). Un nuevo modo de vivir la realidad de la Iglesia, valorando los “signos de los tiempos”, acentuando el aspecto humanizador de la fe cristiana (pues Jesús es el ideal de la humanidad). Hay una unidad entre ecumenismo y pastoral, ya que la desunión es contraria a la voluntad de Dios, daña la fe y es contraria a la evangelización. Señalando las dimensiones del ecumenismo: a) Ecumenismo espiritual (conversión interior, petición de perdón, conocimiento mutuo de los hermanos, exponer la fe de forma comprensible, la jerarquía de verdades –del Credo-, y la cooperación de los hermanos); b) Ecumenismo dogmático (inteligibilidad de lo esencial, jerarquía de verdades, que el catolicismo no agota al cristianismo –reconociendo el valor y la legitimidad de las distintas confesiones-, estimando la hermandad de las iglesias, concibiendo la iglesia como un misterio, según la nueva eclesiología y nuevas relaciones entre las distintas confesiones); c) Ecumenismo práctico (inculturación litúrgica, inteligibilidad, pastoral de humanización de la fe sobre la misericordia divina y la idea de la solidaridad (considerando que la salvación divina conlleva un proceso progresivo de humanización desde la dignidad de la vida a la salvación del alma). De donde concluyó que sin ecumenismo, la pastoral será pobre, por lo que habría que impregnar la pastoral de ecumenismo.

            También se celebraron mesas redondas sobre:


            -“Ecumenismo y diálogo interreligioso, generadores de paz”, con la participación de Nicolaus Matti (arzobispo de la Iglesia ortodoxa siria), y al trinitario profesor de la Universidad Pontificia de Madrid, Dr. D. Juan Pablo García Maestro. En la que, entre otras cosas, se planteó la crítica de la “Tesis del choque de civilizaciones” del politólogo Samuel Huntington, (sobre la que subyace la concepción ideológica del Imperio, no asumible por las religiones, haciendo suya la propuesta de Juan Goytisolo de apoyar el diálogo interreligioso y la apuesta por una “alianza de valores”, que aúne incluso el diálogo con los no creyentes (ateos y agnósticos). Así se citó al teólogo suizo Hans Küng quien afirmó que “no habrá paz entre las naciones, sin paz entre las religiones, y no habrá paz entre las religiones, sin diálogo entre ellas”. Recordándose de forma excepcional el conocido “Espíritu de Asís” que congregó en la ciudad del santo franciscano a los representantes de los diversos credos religiosos del mundo convocados por el Papa Juan Pablo II (27-X-1986) y por el Papa Benedicto XVI (27-X-2011).

            - “Antecedentes Ecuménicos en Cartagena-Aguilas”, con participación del profesor de teología del Instituto Teológico de Murcia, Dr. D. Francisco Henares, y los pastores evangélicos, Dr. D. Abrahán García y Dr. D. David Manzanas, que disertaron sobre esos gérmenes ecuménicos con relevancia especial de los pastores evangélicos Felipe Orejón en Cartagena y Franklin Albricias en Alicante.


            Finalmente, concluyó la jornada con una oración conjunta de todos los participantes en la Iglesia Evangélica de Cartagena.