lunes, 23 de febrero de 2015
domingo, 22 de febrero de 2015
FRANCISCANOS SEGLARES DE LA PROVINCIA CARTAGINENSE REALIZAN UN RETIRO EN ALBACETE
La Orden Franciscana Seglar (OFS) de la
provincia franciscana cartaginense (que comprende el amplio territorio de las
provincias de Murcia, Alicante, Albacete, Cuenca, Almería y de Granada hasta
Guadix), se han reunido en Albacete, este último fin de semana de febrero para
realizar el retiro espiritual de cuaresma.
Así
en la casa de ejercicios de la diócesis de Albacete se han reunido cerca de
medio centenar de franciscanos seglares, asistidos por el P. Francisco Oliver
(OFM), para llevar a cabo el habitual retiro de cuaresma, en el que han
reflexionado sobre el Evangelio y en particular sobre el carisma franciscano y
su especial vocación de seguir a Cristo, conforme a la espiritualidad de la
familia franciscana, en lo que supone como decía el santo de Asís: “llevar la
vida al Evangelio y el Evangelio a la vida”.
Se
ha tenido ocasión de reflexionar sobre la cuaresma como itinerario de
preparación para vivir un especial encuentro personal en la Pascua. Se ha
presentado el sentido de la penitencia como acercamiento al Señor –dejando atrás
lo que nos separa de él-, la oración –encuentro personal y diálogo con Dios
para iluminar la vida-, el ayuno –como modo de abstención de lo que nos separa
de Dios, no sólo la comida, sino toda relación idolátrica que nos impida
acercarnos a Dios, conocer y hacer su voluntad- y la limosna –como auténtica
caridad cristiana, compartiendo lo que tenemos con el que no tiene, y no sólo
lo que nos sobra-. De forma que podamos vivir así, en el Espíritu de Cristo,
haciendo su voluntad, preparando el “camino al Señor”.
También
se trató de la importancia de avivar las virtudes morales, para no dejar hueco
al mal en nosotros. Dándose paso, seguidamente, a un trabajo de reflexión por
grupos y exposición general sobre la oración y el sentido de la caridad, así
como sobre la forma de vida del franciscanismo seglar en nuestra sociedad
conforme al momento actual.
Finalmente,
indicar que ha sido un tiempo propicio no sólo para la reflexión y convivencia
entre los hermanos de la orden franciscana seglar, sino también para la oración
y contemplación en un tiempo ocasional de retiro (de desierto, como hizo el
Señor y los santos –entre ellos S. Francisco-, de retirada a un lugar solitario
en silencio a orar, fuera de cualquier distracción, poniendo de manifiesto la
importancia de la oración como diálogo con Dios, que da sentido a la vida
sosteniéndola en las dificultades). Por consiguiente, ocasión idónea para
preparar una cuaresma en sintonía con el mensaje de Cristo, con sus vivencias y
sobre todo para disponernos a la conversión.
Etiquetas:
diócesis de Cartagena,
Franciscanos,
OFS,
Orden Franciscana Seglar,
provincia franciscana de Cartagena,
provincia franciscana de la Inmaculada.,
San Francisco
viernes, 20 de febrero de 2015
lunes, 16 de febrero de 2015
FRANCISCO NO QUIERE FACCIONES ECLESIALES EN LA CURIA
Así de claro y determinado se muestra el Papa
Francisco para sacar del gobierno de la Iglesia a representantes de diversas
facciones eclesiales (especialmente de movimientos laicos conservadores) que se
habían instalado en diversos puestos del
gobierno de la Iglesia en Roma, pues estos grupos suelen usar de sus
influencias para sí mismos en vez de favorecer a la Iglesia en general.
Por
consiguiente, ante esta pasada experiencia, el Papa Francisco, dentro de la
reforma que pretende imprimir a la Curia romana para adaptarla a los nuevos
tiempos de su pontificado y de la Iglesia en el mundo, se ha planteado dejar al
margen del gobierno de la Iglesia a determinados grupos eclesiales, entre los
que cabría destacar: al Opus Dei, Comunión y Liberación, Focolares y Kikos, que
durante el largo pontificado de Juan Pablo II –y aún en el corto de Benedicto
XVI- se fueron incorporando en puestos de relieve e influencia de la Curia
romana, con lo que ello supone de lucha de poder e influencia en el gobierno
eclesial entre facciones de la Iglesia, algo que para el Papa Francisco y para
el nuevo gobierno de la Iglesia se considera más pernicioso que beneficioso, en
tanto que de esa forma se pierde la visión de unidad y conjunto de la misma
Iglesia.
Casualmente
estos grupos eclesiales de raíz laical y conservadora son los que más han
crecido y cogido fuerza en el seno de la Iglesia durante los anteriores
pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
En
este punto, parece que el Papa Francisco está decidido a hacer una Curia más
gobernable, más universal de la Iglesia y más abierta a todo el orbe católico,
conforme a su nuevo estilo pastoral y eclesial que vuelve a enraizar con la
eclesiología del Vaticano II. Naturalmente, en esta labor el Papa estará
constatando las resistencias internas de los sectores más conservadores de la
Iglesia que se resisten a entrar en comunión con el pontífice, pero sobre todo
a perder privilegios e influencia que Francisco no está dispuesto a mantener,
en su idea de simplificar y abrir la Iglesia al mundo en una praxis más
sencilla, austera y directa.
Todo
lo cual hace presagiar que la reforma, de la Curia que el Papa Francisco está
acometiendo, pueda retrasarse ante las dificultades de tal empresa y las
resistencias con las que se está encontrando, pero también parece segura la
determinación del Papa a llevar a cabo la misma.
En
cualquier caso, sería muy deseable que esos sectores eclesiales que se resisten
acaben obedeciendo al Papa (algo que tanto han afirmado cuando se trataba de
cuestiones que les satisfacían), y en humildad “se nieguen a sí mismos” (si
quieren seguir a Cristo), o sea dejen sus personalismos, sus corporativismos
exclusivos y exclusivistas, sus capillas y facciones, de forma que en el
Espíritu de Cristo sean uno con el conjunto de la Iglesia con Pedro como Roca
que la sustente. Para que con ello se cumplan las palabras de Cristo que todos
seamos Uno en El, y ello favorezca la evangelización y conversión del mundo.
Al
tiempo que no estaría de más que se revisara tal multitud y dispersión de
carismas, so pretexto de los cuales, se han generado grupos particulares en la
Iglesia que dificultan la visión y comprensión de la unidad católica (sin que
por ello se haya de confundir: unidad con uniformidad), pero tampoco la
atomización sectaria de tantos grupos diversos y dispersos, en los que no
siempre resulta fácil ver la comunión de los hermanos en Cristo.
Etiquetas:
Comunión y Liberación.,
Curia Vaticana,
Focolares,
Kikos,
movimientos eclesiales,
Opus,
Papa Francisco,
Reforma de la Curia,
seglares
martes, 10 de febrero de 2015
EL DIEZMO DE CAÑIZARES: ¿SIGNO DE CONVERSIÓN?
Asistimos con sorpresa, a la par que
alegría, a la decisión tomada por el arzobispo de Valencia, Mons. Antonio
Cañizares, de establecer un diezmo sobre los ingresos de su archidiócesis y
destinarlo a los pobres de la misma. ¡Alabado sea Dios!.
Efectivamente, hemos de alabar a Dios
que por el hecho de “conversión evangélica” que supone atender a la caridad de
los hermanos más necesitados, lo que representa un gesto de autenticidad
evangélica, y quita valor a aquel dicho de la experiencia popular en relación a
que “una cosa es predicar, y otra dar trigo”.
En consecuencia, apreciamos en este
importantísimo anuncio –que esperamos se plasme pronto en realidad-, un
auténtico signo de conversión, acaso personal del propio cardenal Cañizares, al
que le conocimos una acción pública más de gestor en sus respectivas diócesis
(Ávila, Granada y Toledo), con sus iniciativas de apoyo a empresas docentes en
el entorno eclesial (como las Universidades católicas de Ávila y Murcia), así
como sus posicionamientos más doctrinarios y conservadores desde la cátedra
primada de Toledo, pasando por su etapa romana de “príncipe eclesial” (que fue
ilustrada por unas famosas fotos vestido como cardenal del medievo –con una
cola de varios metros de extensión- y una pompa poco compatible con los
nazarenos de Galilea). De forma que aparenta haberse influido vivamente por el
nuevo rumbo marcado por el Papa Francisco, en lo que supone un mayor humanismo
cristiano, anteponiendo la caridad a la doctrina, sin que esta haya de
menoscabarse por ello.
Pero además de esta evolución del
cardenal Cañizares, que por este tipo de signo parece sólida y sincera. Aparenta
ser un signo de conversión eclesial, más allá de la personal, pues aunque sea
jerárquicamente, también este influjo del buen ejemplo evangélico puede
extenderse a la comunidad eclesial en su conjunto, empezando por la Iglesia
valenciana. A partir de lo cual, sería muy deseable, que cundiera el ejemplo y
el resto de las diócesis españolas siguieran la iniciativa del cardenal
Cañizares, mostrando así la Iglesia española su sensibilidad evangélica, su
coherencia y su comunión con el pontificado de Francisco.
Bienvenida sea la iniciativa, y Dios
quiera que se extienda por el resto de la Iglesia española, al tiempo que sea
el principio de una serie de iniciativas en la línea de ayudar a los más
pobres, empezando por la misma Comunidad eclesial, y arraigando otras
iniciativas como las ya adoptadas en alguna diócesis española de cesión de
inmuebles de titularidad eclesiástica para alojamiento de familias desahuciadas
de sus viviendas por los bancos, en el ámbito de la grave crisis económica que
estamos padeciendo.
Finalmente, cabría hacer un último
apunte, en relación con la necesidad de que la Iglesia española se decida a
promover la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia, en particular, y de
la moral social, en general, como palabra profética para estos tiempos
convulsos en lo económico, lo político y lo social, de forma que el fiel
cristiano tenga su reflexión propia sobre esos ámbitos a la luz de los
principios morales del Evangelio de Jesús.
Etiquetas:
Cardenal Cañizares,
crisis económica,
diezmo,
doctrina social Iglesia.,
evangelio,
Iglesia,
Papa Francisco,
pobres
sábado, 7 de febrero de 2015
Doctrina social de la Iglesia y fiscalidad
Reflexión sobre impuestos fiscales
martes, 3 de febrero de 2015
La revolución tranquila del Papa Francisco
Suscribirse a:
Entradas (Atom)